SALES DE FRUTAS EN EL TRATAMIENTO DEL TRASTORNO TACAÑO DE LA PERSONALIDAD

J Kraepulin Jr

THMJ vol 6 Nº1 1998

Resumen: Este artículo presenta una importante variante del Trastorno Tacaño de la Personalidad (TTP): el TTP Familiar (TTP-F), que afecta a algunas familias en el mundo. El objetivo del artículo está en mostrar el tratamiento del TTP-F con sales de frutas, que tienen un importante uso en otros trastornos psiquiátricos. Otro de los contenidos del artículo muestra otros uso de las sales de frutas en el TTP, concretamente en un Viraje Manirroto tras Panfilón.

Palabras clave: Trastornos de la personalidad – Trastorno Tacaño de la Personalidad – Trastorno Tacaño Familiar de la Personalidad – Tacaño – Sales de Frutas – Viraje Manirroto – Clorhidrato de Membrillo

Summary: This paper presents one important variant of the Stingy Personality Disorder (SPD), the Familial SPD, which affects several families all over the world. Thhis paper is focused on the treatment of F-SPD with Fruit Salts, which have previously been used in other psychiatric disorders. Several lines are focussed on another use of Fruit Salts in SPD, namely, in a Lavish Swing Reaction to Panfilón

Key Words: Personality disorders – Stingy Personality disorder – Familial Stingy Personality disorder – Stingy – Fruit Salts – Lavish Swing – Panfilón

Introducción

En el último número del THMJ, McAraway (1) hace una interesante revisión del concepto, diagnóstico diferencial y tratamiento del Trastorno Tacaño de la Personalidad (TTP). Tras este seminal artículo, apoyado en la reconocida experiencia del autor en los Trastornos Atípicos de la personalidad, junto con su prestigio internacional, nos dan esperanza de que pronto podamos ver esta categoría diagnóstica en el próximo DSM o incluso en el próximo CIE. La prevalencia descrita del trastorno, cercana al 5% de la población general, es muy mayor en algunas regiones o pueblos, e incluso con prevalencias del 80-90% (con distinta penetrancia) en algunas familias de TTP. Sin embargo, la presencia de casos familiares de TTP, mal que le pese al Profesor McAraway, no ha sido estudiada suficientemente salvo por nosotros (2). Igualmente, tampoco, mal que le pese al Profesor McAraway, se había descrito un viraje espectacular como el que nosotros presenciamos, de un viraje manirroto, en un paciente afecto de TTP que estaba en tratamiento con Panfilón. Estas dos aportaciones MIAS a la Ciencia las he tratado modestamente de plasmar en esta artículo para presentarlo al gran público médico.

Potenciación del Clorhidrato de Membrillo con Sales de Frutas en el tratamiento del TTP Familiar

En un artículo ya antiguo (3), mi padre había presentado dos casos familiares de lo que él llamaba simplemente "tacaños" patológicos, a los que conoció por motivos personales. Durante muchos años la relación de mi padre con estos pacientes fue constante, visitando hasta a 17 miembros de una misma familia por el mismo problema. Inicialmente probó abordajes dinámicos, que los pacientes abandonaban indefectiblemente ante efectos secundarios (relacionados con el desequilibrio coste – beneficio). Otros tratamientos más baratos se mostraron más eficaces en cuanto al cumplimiento y muy poco sobre la remisión de los síntomas. Tras su fallecimiento, heredé todas sus deudas y muchos de estos "puros", que lograban amargar bastante mi existencia de psiquiatra junior. Simultáneamente, en mi práctica diaria, traté a muchos casos de TTP sin relación familiar conocida.

Durante mucho tiempo, hasta el descubrimiento del Panfilón, los abordajes farmacológicos eran claramente ineficaces, en especial con los nuevos Inhibidores de la Recaptación de Pacientes en la Privada (IRPP), con altas tasas de abandono. Las terapias de orientación cognitivo – conductual, más baratas, mostraban mejoría en algunos casos aislados y refractoriedad en los casos familiares.

Tras el descubrimiento del Panfilón (Clorhidrato de Membrillo), el panorama cambió radicalmente. Como han demostrado recientemente McAraway y cols, el clorhidrato de membrillo, a dosis correctas, solo o combinado con terapia cognitivo – conductual, consigue la remisión de y práctica curación en el 100% de las muestras que estudia (4). Estos resultados, como he demostrado recientemente, se refieren solamente a los casos aislados, donde la eficacia es brutal, en especial con el panfilón Petac, el Panfilón Retard o con las nuevas formas Depot cuando no podamos asegurar correctamente el cumplimiento. Las dosis recomendadas por McAraway en el artículo antes citado, refrendadas entre otros por los famosos Cols Et Al (que, por cierto, últimamente no hacen más que publicar en todas partes) en su libro, por ejemplo, sobre Psychopharmacology (5) son de 125 mg/d para los TTP no complicados y hasta un máximo de 245 mg/d para los resistentes. Con estas dosis, a niveles meáticos superiores a 25 mEq/ml (en orina), la respuesta, habitualmente muy rápida, lo sigue siendo.

Sin embargo, en las formas familiares, ya es otro cantar. Tras el descubrimiento del Panfilón inicié un divertido estudio por mi cuenta, iniciando tratamiento únicamente con Panfilón tras un periodo de lavado de dos o tres horas. De los 23 casos de TTP-F que tengo tratados y cumplimentan bien el tratamiento, la respuesta fue total en 20 de ellos, parcial en uno y negativa en dos, a dosis correctas y máximas y con niveles plasmáticos correctos. En los demás, en dos que habían mostrado una buena respuesta inicial, al cabo de dos o tres semanas volvieron a ahorrar con más intensidad incluso. En resumen, no hubo respuesta correcta en 5 pacientes familiares (21%). En los restantes, respondedores agradecidos y ahora personas generosas y no tacañas, los efectos secundarios fueron mínimos. La famosa boica seca ego – distónica del Panfilón, casi generalizada (pero reducida al periodo impositivo habitual), no motivó ningún abandono, pero sí dos inspecciones tardías no atribuibles al tratamiento. Hubo una discreta bizcofilia pasajera en dos pacientes, y una paciente aducía la aparición brusca por sorpresa de un simpático lunar en la areola mamaria que, doy fe, la paciente presentaba ya desde mucho antes del inicio del tratamiento.

Ante la falta de guía la estrategia a seguir fue un poco al Tun-Tun (6), combinando el Panfilón con abordajes psicoterápicos (cognitivo – conductuales o dinámicos ultracortos, de minutos o segundos), y con diversos potenciadores, fundamentalmente IRPP de novísima generación como revulsivo. Estos resultados los publicaré próximamente en una revista, fundada por mi padre y de reconocido prestigio (7).

Lo que quiero que todos Uds sepan es cómo conseguí, yo solo, curar a esos pacientes refractarios. Durante mucho tiempo yo había utilizado las sales de frutas como eutimizantes en el tratamiento del Trastorno Bipolar VIII. La utilización de esta estrategia terapéutica, ya ha sido desarrollada por diferentes autores desde el seminal artículo de Posprandrial y Et Al (qe también publicaba mucho) (8). El trastorno bipolar VIII se caracteriza, como todos Uds saben, por clínica de tipo afectivo con rápida ciclación diaria consistente en agradable sensación eufórica o hipomaniaca (descrito como somnolencia o "estómago" feliz) inmediatamente tras la comida del mediodía, junto con disfórico afecto irritable y triste (descrito como acidez urente referido al hipocondrio izquierdo) al cabo de unas dos horas. El Bipolar IX, más raro aún, se caracteriza por predominio estacional (primavera y otoño) y clínica similar, aunque con perido hipertímico postprandrial y disfórico preprandrial (no confundir con la llamada bulimia voraz del goloso: no hay vómitos ni alteración de la imagen corporal). También responde a las sales de frutas a dosis correctas (9).

Muy de tarde en tarde, se ha descrito que el TTP fluctúa estacionalmente y muy dependientemente de circunstancias ambientales, lo que ha apoyado recientemente la hipótesis de la etiología vírica del TTP (10). Por nuestra parte, aunque no podemos descartar la existencia de factores ambientales (fundamentalmente dinámicos, no biológicos) en el desarrollo del TTP, creemos que éstos actuarían sobre un cerebro correosos, predispuesto genéticamente. EL TTP, resaltamos, es una enfermedad cerebral a tope.

Yo había observado que, en el grupo de los pacientes refractarios, la clínica tacaña seguía una cierta variabilidad estacional. Por ejemplo, algunos pacientes eran especialmente tacaños en otoño (identificado por ellos como "periodo de las compras de navidad") y en primavera ("preparación de las vacaciones"), presentando el resto del año un estado de tacañez más o menos habitual (incluso casi asintomáticos). Igualmente, se observaba que, muchos de estos pacientes, antes de desarrollar un TTP, en su juventud mostraban cíclicamente, episodios hipotacaños, a veces recortados y selectivos. Algunos de ellos, por ejemplo, se mostraban tacaños en resto de la semana y no los sábados por la tarde, o si algún elemento ambiental intervenía (por ejemplo, alguna chica de bandera). En muchos de ellos, a través de la historia retrospectiva se apreciaban síntomas de aviso: estos chicos pre-tacaños mostraban siempre síntomas psicomotores, como un retardo (un bloqueo o un despiste mayúsculo) o una hiperactividad patológica (como si desaparecieran del mapa) cuando llegaba la hora de pagar, por ejemplo, las copas o el café con pincho de tortilla de la mañana. En los pre-tacaños fumadores, quien sabe si como auto - tratamiento, se observaba una resistencia correosa a comprar tabaco y al consumo solitario no social (más evidente si fumaban rubio), mientras que consumían grandes cantidades del tabaco de los que les rodeaban (dinámicamente se ha descrito un componente psicógeno de origen en la fase anal, probablemente). Estos síntomas de aviso ya han sido descritos recientemente (11).

En este grupo de cinco pacientes resistentes, más o menos cicladores o bipolares respecto del TTP, probé a potenciar el tratamiento habitual con Panfilón, mediante la adición de sales de frutas a dosis de dos a tres cucharadas tras de cada comida, que se corresponden con frutemias de 0.8 a 0.9 milinaranjitos / mililitro. El resultado no se hizo esperar. Al cabo de dos semanas había una remisión casi ad integrum en cuatro de ellos, bellísimas personas a partir de ahora y que cancelaron todas sus deudas. En el último caso, a pesar de las frutemias correctas y un buen cumplimiento, quedó cierta clínica residual, y no había forma de que cancelara las deudas, debiendo resolverse el problema por vía judicial, con franca mejoría tras mi embargo. No hubo ningún efecto secundario de interés (bizcofilia, etc). En resumen: mejoría total y clara en todos los pacientes refractarios al tratamiento de base con Panfilón.

Clorhidrato de Membrillo en el Tratamiento del TTP y viraje manirroto

Como ya se ha resaltado en otras ocasiones, la presencia de efectos secundarios o reacciones anómalas al Panfilón en el TTP, mal que le pese al Profesor McAraway, no ha sido estudiada suficientemente, salvo por nosotros (12). A pesar de la admiración que ya deben haber sentido por mi persona tras leer mis sentidas líneas precedentes, perla en castellano de mi humilde trabajo científico, debo continuar narrándoles otra de mis interesante experiencias científicas que los simpáticos señores del Board han tenido a bien solicitarme publicar en su famosa revista. Hablamos ahora, para que se centren Uds en el tema, de un extraño caso ocurrido durante el tratamiento de un TTP no familiar con Panfilón. Se trataba de un paciente varón, de 46 años de edad, sin antecedentes somáticos de interés, salvo alopecia habitual y barriguita cervecera II-III, sin medicación somática habitual. Como antecedentes familiares, había un tío paterno con TTP, un primo del Barça, un padre muy simpático que invitaba siempre y un hermano lejano con historia compatible con quiebra fraudulenta y gran juerguista. Residente en Barcelona, no era catalán de origen. Como antecedentes psiquiátricos de interés, resaltan rasgos de tacañería desde su juventud, sin haber llegado a afectar a su vida personal, laboral o social (¿culturales?, ¿premórbidos?). A los 37 años, tras pedir un pequeño préstamo a un banco, comienza a ahorrar intensamente hasta en los más ridículos detalles (por ejemplo, utilizaba los sobres de su hospital para enviar sus cartas personales, o recogía las pesetas nuevas que encontraba por la calle, etc). Tras pagar el préstamo, persiste con estas conductas, desarrollando un grave TTP que requiere tratamiento psiquiátrico en nuestra consulta. Inicialmente, se propone un abordaje farmacológico con IRPP y terapia cognitivo – conductual, sin éxito y abocando a un cuadro que presentaba grave tendencia a la cronificación y curso fluctuante pero con empeoramientos estacionales típicos (navidades, comienzo del cole de los niños, etc). Las relaciones familiares y sexuales, cada vez más deterioradas, se reducían a un "adiós muy buenas" y a "tengo jaqueca".

Tras el seminal artículo de McAraway (4), iniciamos tratamiento con Clorhidrato de Membrillo (Panfilón, en este caso Petac), a dosis correctas. Ante la inicial resistencia y sin poder asegurar el buen cumplimiento, probamos con las nuevas formas depot. Las dosis recomendadas por McAraway en el artículo antes citado, hasta 245 mg/d, para los resistentes, se mostraron ineficaces, encontrándose respuesta con dosis de 40 a 50 mg/kg/d y niveles meáticos superiores a 80 milipanfilones/ml. EL Panfilón salvó de nuevo a otro paciente del sufrimiento atroz del TTP y la abstinencia sexual, a la familia de la ruina moral del divorcio y a su sagaz psiquiatra del ridículo y abandono de la privada (ya estaba pensando en pasarse a la pública): un nuevo éxito del Panfilón.

En resumen, hubo respuesta correcta inicial, si bien a dosis altas. Los efectos secundarios fueron mínimos: como ya es habitual, hubo una discreta bizcofilia pasajera, sin más. El paciente progresivamente fue haciéndose más desprendido, reconciliándose con su mujer y sus hijos, que previamente habían casi solicitado el divorcio, y accedió a subir el sueldo a su empleada del hogar, algo que no hacía desde antes de comprarse el 600. Recuperó antiguos amigos de siempre (que antes llamaba morosos y gorrones) y hasta empezó a caerle simpático a su mujer. Los niños, encantados con su nueva asignación de 35 pesetas semanales, le daban besos continuamente. Por cierto, se cambió su 600, casi nuevo, por un moderno Seat Panda de segunda mano.

Pero no todo fue tan bueno como parecía. Tras cuatro meses de mejoría mantenida, y cuando empezaba ya a bajar las dosis de Panfilón, de la noche a la mañana, en pocos días, dio un viraje increíble hacia el manirrotismo. En efecto, nuestro paciente se convirtió en un manirroto: invitaba a sus compañeros de hospital al café algunos días, pagaba el cine de los niños más de una vez al mes, se compró un vídeo y tenía encendida la televisión más de dos horas por día. También renovó el vestuario, cambiando su simpática y ya emblemática chaqueta de pana por otra casi nueva, y se compró calcetines de otros colores distintos al blanco. Conoció un buen día a una cajera de un bingo que ahora frecuentaba y, en un alarde de generosidad, la alquiló una habitación en un piso compartido. Durante tres meses de euforia manirrota llegó a gastar 80.000 ptas en una juerga tras otra (viajes en metro, cafés, horchatas, visitas al zoológico, un CD, etc). La familia y su mujer, alarmados, me demandaban ayuda, haciéndome responsable del cambio de su marido (concretamente, me demandaban 80.000 pesetas).

Inicialmente, como se negaba a dejar de tomar el Panfilón, traté al paciente con altas dosis de neuroachorrantes incisivos en el café (Marie Brizard en gotas y pautas de XXX-XXX-XL) que le administraba su mujer a escondidas, y retiré progresivamente el panfilón. Tras la mejoría inicial asocié sales de frutas como eutimizantes. Recuérdese que este tratamiento ya había sido probado con éxito en los trastornos bipolares VIII y IX (8), y en los casos familiares de TTP resistentes al Panfilón.

La evolución posterior de este paciente ha sido correcta. Se ha conseguido mantener parte de la mejoría obtenida en su TTP con Panfilón, que hubo de reintroducir a dosis bajas durante el periodo impositivo y en las pasadas navidades, pero ahora consigue mantenerse estable con dosis moderadas de Marie Brizard (XX-XX-XXX) y las sales de frutas hasta 1500 mg/d han conseguido evitar una nueva aparición de la clínica manirrota manifiesta. La cajera del bingo, una monada como para descompensar a cualquiera, recibe actualmente tratamiento en un apartamento de mi propiedad. Creo que es el primer caso en que se ha descrito un viraje manirroto en el TTP con el Panfilón y, por lo tanto, creo que merece una especial atención como muestra de lo que se consigue con el uso racional e indiscriminado de las sales de frutas que, como todos Uds saben, presentan el único inconveniente de requerir frutemias cada 12 horas y los riesgos de la intoxicación crónica, con sus conocidos síntomas (caspa galopante, compra compulsiva de periódicos deportivos, sialorrea culpable postmaciza, crecimiento de un bigotín ridículo en el labio superior, simpatía egodistónica por el PP, etc).

Conclusión

Yo recomiendo, por tanto, asociar sales de frutas a todos los pacientes con TTP familiar refractarios al Panfilón. Y a todo refractario, sean o no familiares (si los hay), en especial si muestran cierto componente de variabilidad estacional o circadiana en el espectro. Igualmente, recomiendo tratar con sales de frutas a todos los pacientes TTP que sufran un viraje manirroto. La ciencia no puede frenarse por unos hábitos ridículos y admitidos mundialmente la semana pasada. Debe avanzar de sensacionalismo en sensacionalismo. Y ahí están nuestros trabajos para demostrarlo.

Sin embargo, estos magníficos descubrimientos nuestros, además de unos grandes éxitos terapéuticos, ponen sobre el tapete una pregunta fundamental: ¿Es el TTP un diagnóstico categórico o dimensional? Autores como Coles y Paco Pakiskal encuentran dimensiones (largo, alto, y se quedan tan anchos) en todos estos procesos turbios o fácilmente enturbiables (9). Yo propongo un momento de reflexión en todas su cabecitas. Quizás estemos aquí hablando de un nuevo concepto para englobar a los TTP; quizás habría que incluirles dentro del espectro del famoso Trastorno Tacaño – Manirroto, en el que los pacientes, por un lado, presentarían clínica solamente tacaña (TTM III) o solamente manirrota (TTM IV) o alternativamente una u otra dependiendo de circunstancias ambientales o estacionales (TTM XXV), habiendo una forma subclínica del proceso (la personalidad Tacaño – Manirrota, tan frecuente). Ahí queda mi aportación a la Ciencia de esta semana.

Bibliografía

1.- McAraway H. El ahorro patológico o trastorno tacaño de la personalidad. Txor Her Med J 1997; 5: 6-9
2.- Kraepula J Jr. Dos familias de tacaños patológicos: descripción y fenomenología de un raro trastorno. Acta Checa Anecdót – Psiquiátr 1996; 47: 21-25 (en bosnio)
3.- Kraepula J Jr. Dos familias de tacaños patológicos: descripción y fenomenología de un raro trastorno. Acta Checa Anecdót – Psiquiátr 1947; 2: 1119-2514 (en bosnio)
4.- McAraway H y cols. Treatment of SPD with Panfilón: a multiple- case study with a sympatic-gay group control. Gay Psychopharmacol Engl1996; 5: 256-289
5.- Cols y Et Al. Prácticamente sabemos de todo. Interamericana, 52 volúmenes.
6.- Tun-tun A. Qué hacer si no sabes qué darle a un paciente. Guía de la turbia psicofarmacología empírica más corriente, 5ª Edición. Doymas Fotos Eds, 1995
7.- Kraepula J Jr. Tratamiento del TTP familiar. Acta Checa Anecdót – Psiquiátr, in press (en bosnio).
8.- Postprandrial y Et Al. Fruit salts in the treatment of bizarre bipolars. Am J Psicoindigest 1978; 25: 56-58
9.- Cols, Pakiskal y Otros. New bizarre bipolars: ad nauseam extension of the concept of dimensionality in pseudo-affective disorders. Am J Psicoindigest 1998; 55: 516-598
10.- Tropiskaye mondibulot TTP excharova lisk, nomodir, nomodor (en ruso: Estudio retrospectivo de la variabilidad estacional de los nacimientos de pacientes con diagnóstico de TTP. La hipótesis vírica; abstract disponible en siberiano). Siberiansze Med Psycolovskaya 1997; 5: 56-57
11.- McAraway y cols. Beware of the young SPD! Early symptoms of SPD. Am J Psychoeconomy 1997; 2: 52-901
12.- Kraepula J Jr. Pasón de efectos secundarios del Panfilón en el TTP. Acta Checa Anecdót – Psiquiátr, in press (en bosnio)


Reprint requests: Dr J Kraepulin Jr
Institut von Psychiatrische Psychopavorolotologie, Alien Sigmundstrasse, 0814 Berlin Alexanderplatz

Recibido: 6 de junio de 1997. Modificaciones recibidas el 11 de setiembre de 1997. Aceptado el 15 de setiembre de 1997


©The Txori-Herri Medical Association 1997