ELAINE SHOWALTER: UNA HISTORIADORA DE LA HISTERIA
Cuando la historiadora médica Elaine Showalter comenzó la promoción de su libro "Hystories: Hysterical Epidemics and Modern Media" (1997), la novelista Joyce Carol Oates, una colega y amiga íntima, se mostraba preocupada: "A Elaine le llegaba un montón de cartas llenas de odio y cuando apareció en una librería de Washington hubo gente que la amenazó con destruir sus libros".
Pero Showalter, que es profesora de inglés en la Universidad de Princeton (New Jersey, USA), presidenta de la Modern Language Association y miembro del Wellcome Institute for the History of Medicine de Londres, se ha tomado con calma estas reacciones. "Algunos comentarios son obscenos, otros amenazantes; todos son muy emotivos, muy repetitivos, y provienen del territorio que explora mi libro". Las reacciones a Hystories por parte de personas con síndrome de fatiga crónica son negativas casi en el 100%, pero los miembros de las comunidades científica y médica han sido "por lo general de un gran apoyo".
La controversia ha surgido porque Showalter afirma que el síndrome de fatiga crónica, los recuerdos recobrados, el síndrome de la Guerra del Golfo, el trastorno por personalidad múltiple, los abusos en rituales satánicos y las abducciones extraterrestres son "epidemias histéricas": trastornos psicógenos que se extienden en las diferentes culturas, y son estimulados en gran medida por los medios de comunicación, quienes "diseminan información sobre los trastornos y favorecen que aparezcan más pacientes".
Según Showalter, la histeria aparece "cuando alguien expresa estrés, impotencia o infelicidad a través de síntomas físicos o sensoriales que carecen de explicación clínica". Se culpa de los síntomas a causas externas: virus, abusos sexuales, armas químicas, conspiraciones satánicas o alienígenas infiltrados". Las epidemias histéricas requieren al menos tres ingredientes: un médico u otra autoridad que defina, nombre y dé publicidad al trastorno; pacientes infelices con síntomas vagos y u marco cultural favorecedor como los EEUU, a los que Showalter llama "la zona caliente de los trastornos psicógenos".
Los medios de comunicación, las telecomunicaciones y el correo electrónico favorecen la diseminación de las epidemias histéricas de uno a otro país. Profesionales sanitarios "de todo el mundo me dicen que ven un paralelismo entre lo que digo y sus propias sociedades". Los pacientes, según Showalter, están sumidos en "un sistema delirante que dura toda su vida y aparentemente sin límite en el que no consiguen ninguna ayuda y en gran medida socavan la confianza de la población en la ciencia y en la medicina". Es una tesis que incomoda a muchos pacientes y a los médicos que los atienden.
El psiquiatra Simon Wessely del Kings College de Londres está de acuerdo en que la cultura da forma a la enfermedad. "Esto es algo absolutamente certero, y hay que decirlo, y Elaine lo hace con elegancia y cierta suficiencia". Pero no acepta que todos los síndromes recogidos en "Hystories" sean manifestaciones histéricas. Showalter tiene una "visión excesivamente amplia de la histeria que no comparten la mayoría de los psiquiatras académicos. El libro es sobre todo el relato de un historiador de la literatura. Obviamente, la autora no ha hecho clínica, ni ha visto a personas con esos diversos síndromes. No consigo ver ninguna relación, por ejemplo, entre el trastorno por personalidad múltiple y el síndrome de la Guerra del Golfo, aparte del interés de los medios de comunicación por ambos, que en cierto modo han contribuido a extenderlos". A pesar de ser descrito como su "Svengali" porque se le cita en "Hystories", Wessely ha conocido a Showalter hace muy poco. "Es una dama cautivadora, fuera de lo común, una mujer muy brillante e interesante".
Showalter, que creció en Brookline, Maryland, en la década de los 50, no estudió Medicina, a pesar de que le "fascinaba". En lugar de esta carrera, obtuvo un máster en Inglés en la Brandeis University de Waltham, MA, y posteriormente se trasladó con su esposo a California, donde trabajó como postgraduada. En 1970 Showalter se trasladó con su familia a New Jersey, donde llegaría a ser presidenta de una asociación feminista local, hizo su tesis y comenzó a dar clases en el Douglas College. En 1985, poco después de incorporarse a Princeton, publicó su libro "The female malady: Women, madness and English culture, 1830-1980", una obra imprescindible en el campo del tratamiento de la histeria de la que Wessely destaca que "sigue siendo una lectura obligada" para los estudiantes de psiquiatría. Posteriormente publicó otros libros como "Sexual anarchy" o "Hysteria beyond Freud".
"Hystories" nació del interés de la autora en la "misteriosa desaparición" a primeros de siglo de la antigua consideración de las mujeres como histéricas por parte de la Psiquiatría. "Tuve una intuición y me percaté de que tenía que ver con la I Guerra Mundial y el encuentro a nivel internacional de médicos militares y soldados con la neurosis de guerra, que de hecho era la histeria masculina. Los médicos ya no podían mantener que la histeria era algo exclusivo de las mujeres". Investigaciones posteriores, y la sintomatología de los veteranos que regresan de la Guerra del Golfo convencieron a Showalter de que la histeria ha "mutado" a los síndromes descritos en "Hystories".
Para contrarrestar las epidemias histéricas, "los médicos, los científicos y los gobiernos deben hablar claro". La resistencia de los médicos a negar las percepciones de sus pacientes no hace sino "aumentar el problema". Al no decir a sus pacientes que no tienen ningún problema físico, "confirman el sistema de creencia [de éstos]". Los gobiernos deberían actuar de forma clara y definitiva, diciendo, por ejemplo, que "nos hacemos cargo del problema, pero esto es una neurosis postbélica". Asimismo, podría hacerse un mejor uso de los medios de comunicación para "desmentir los rumores y el pánico". Así, la enfermedad psicológica podría ser tratada con "el mismo respeto y consideración que la enfermedad física". "De la misma manera que no puedes ir por la vida con el brazo roto, si tienes una crisis tendrás que ponerte en terapia. Es como un tratamiento con penicilina. No me cabe duda que la gente se beneficiaría de la terapia". La propia autora ha estado en terapia breve para abordar estrés relacionado con "la vida real".
Este verano Showalter hablará en una conferencia sobre neurosis de guerra en París, invitada por Jay Winter, profesor de historia de la Universidad de Cambridge. Su obra, afirma, "muestra la importancia de los textos y las narraciones para comprender la relación entre los problemas médicos y sucesos históricos catastróficos, como la guerra". Por el momento, Showalter no contempla escribir "Hystories II", pero sí se plantea "abordar alguno de estos síndromes por separado".
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