DE
CUENTOS, CUENTAS, CAMAS Y VERTICALIDAD
JI Arboleda
- Se pueden contar camas, pero
también se pueden contar a los que cuentan camas, o a
los que cuentan (los "cuentos" de la
psiquiatría) siempre en términos de camas...
- ¿Eterno retorno?... seguramente;
después del día viene la noche y con ella, la cama.
- ¿Qué todo esto es ideológico?,
¿no "científico"?... seguramente; ¿y su
contrario no lo es?.
- Contar cuentos de camas supone o
presupone tomar decisiones sobre camas, gastar dinero en
camas. Y si esas camas son de hospital general: gastar
mucho dinero en camas.
- Contar cuentos de camas en hospital
(general, psiquiátrico- ¿quien se acuerda de los
problemas "monográficos"?) no cobra mucho
sentido sino en su relación con el trabajo
"deambulatorio" (con los
"deambulantes"...). Si los cuentos
hospitalarios son solipsistas, las cuentas de camas se
hacen hegemónicas aplastando la "verticalidad"
del paciente que camina...
- Contar cuentos de camas de
residencia (así sea "psiquiátrica") niega en
su afirmación residencial buena parte del aspecto
sanitario, con las repetidas- consecuencias sobre
la descapitalización.
- Viejos tiempos en los que todo se
contaba en camas. Tiempos siempre presentes en los que el
mayor gasto abrumadoramente- gira en torno a las
camas.
- 12 días de hospitalización, 15,
18, 20, 30... ¿y?. Seguramente hay que afinar en las
cuentas y saber de qué hablamos, si de camas ocupadas
administrativamente, o de presencia real del paciente, o
de horas, o de... Pero también habrá que afinar en los
cuentos y saber qué sucede en la aventura del paciente
ingresado: ¿equipo cuidador esperando- y sólo
esperando- que hagan efecto los medicamentos?, ¿isla en
la discontinuidad de cuidados?, ¿batas blancas
resolviendo problemas de los que sus libros no hablan
sino para catalogarlos?, ¿ignorancia sino indiferencia
por el antes y el después?.
- Pero 26 días duplican a 13. Y la
rutina hospitalaria exige dotaciones de personal
hospitalariamente rutinarias. Y la rutina hospitalaria
exige anotaciones, exploraciones, visitas...
hospitalariamente rutinarias. Y la rutina hospitalaria
(de élite) exige investigaciones farmacológicas
rutinarias (de élite)...
- ¿Y cómo demostrar mis
conocimientos especializados psiquiátricos si me llaman
en la interconsulta?. ¿Cómo sugerir el mismo
medicamento que el propuesto por el servicio demandante?.
¿Qué hacer para demostrar mi eficacia y perspicacia
"científica" médica?. ¿Cómo dialogar de
bata blanca a bata blanca?.
- ¿Un clítoris
"escindido" quirúrgicamente puede
además de evitar las infecciones- dar un mayor
margen al placer que el "corte" con un trozo de
cristal?, ¿el hábito hace al monje?, ¿el contexto
hospitalario- de la cama cambia la atención?.
- Y como va de cuentos, hablemos de
prestidigitación: un hombre, una mesa, una consulta
astrológica, de pronto las manos se mueven muy
rápidamente, de forma tan veloz que no se ven; ¡hecho!:
la astrología se torna, para su argumentación, en
astronomía... Un hombre, una mesa, una consulta
psiquiátrica; momento de prestidigitación y la
argumentación se hace metodológica, matemática,
química... A la vez, y hé ahí no el menor problema,
este es un cuento (psiquiátrico) en el que sino hay
números, metodología, reflexión teórica y
"química" (argumentada) se hace relato de
empatías, magias, "buenasgentes",
"malasgentes", banalidades y desilusiones.
- ¿Contenerle?, ¿retenerle?,
¿apresarlo?, ¿naranjas mecánicas?,
¿antipsiquiatría?, ¿anti-antipsiquiatría?...
¿tonterías del pasado?...¿cerebro vs. mente?,
¿sectas?, ¿calidad?, ¿competencia?... Yo compito,
luego soy competente, competente en competir, ¿otra
prestidigitación?...
- Cuentos sobre el que deambula, y
sobre el que lo trata, cuentos de la
"verticalidad": si el centro de salud mental
pretende tener algo que ver con las camas hospitalarias
(y con la estancia media) habrá de responder a los
motivos que originan los ingresos (tautología). El
servicio hospitalario es metafóricamente- una
merluza, o un besugo: cabeza (psiquiatras y psicológos)
de moderadas dimensiones con un cuerpo bien dotado
("otro" personal). El c.s.m. es un renacuajo,
espermatozoide o similar con una gran cabeza (sólo
porcentualmente) y una a menudo- más que
alfeñique colita... ¿Esta estructura puede ser capaz de
trabajar la rehabilitación, la prevención de ingresos o
su acortamiento?...
- ¿El c.s.m. que se lanza hacia la
comunidad en una detección del 15, 20, 30, 100% de
trastornos en los habitantes puede tener algo que ver con
los cuentos y cuentas de camas?... ¿Por encima de
umbrales mínimos, más de los mismos profesionales
pueden significar otra cosa que más de lo mismo?
- ¿Y la media de la estancia media?.
¿La hospitalización en el hospital general se define
según su media de estancia corta?. ¿Y la estancia media
es negocio del hospital psiquiátrico?... ¿el tiempo es
el fundamental parámetro?; ¿ambas son pastilla y otra
cosa?... ¿de qué cosas hablamos?... ¡casos y cosas de
la hospitalización que no pueden resumirse en el
tiempo!...
- Erase una vez un lugar donde iban
todos aquellos casos complejos, casos que requerían un
inmenso saber y complicado aparataje tecnológico, donde
eran asistidos los casos por los más hábiles
conocedores... ¿es la descripción de la
hospitalización psiquiátrica?, ¿es que en psiquiatría
las complejidades no se reparten equitativamente en los
diversos niveles?...
- Como en el espacio/tiempo de la
relatividad, la masa enorme de la concentración de los
medios hospitalarios parece inclinar el plano hacia un
centro: la cama y los inmensos repetimos, inmensos-
recursos a ella destinados... ¿o no?... Por otra parte,
y se trata de una nueva prestidigitación, ¿la cama
psiquiátrica se carga de poderes ideológicos prestados
en unos casos por otras especialidades médicas y en
otros por la cárcel o el hospicio?.
- Cuentos y cuentas de camas sin
cuentos y cuentas de deambulantes, ¡eso sí son
historias viejas!... así sean insufladas por la
"calidad", la "competencia" y los
"neurotransmisores"... y los laboratorios.
- Cuentos y cuentas sin calidad y sin
reflexión navegando en el "arte" hipocrático
de los profesionales-orquesta, también son historias
viejas... complicado, todo es complicado... necesitamos
ayuda, sin prestidigitación, contando (cuentas y
cuentos).
© The Txori-Herri Medical
Association 1998